Sobre la ribera norte del Río de La Plata se encuentra la ciudad de Colonia del Sacramento, capital del departamento de Colonia. Fue el almirante Manuel Lobo, por entonces gobernador de Río de Janeiro, quien hacia 1680 fundó Colonia do Sacramento, una típica ciudad portuguesa del siglo XVII que hoy en día encanta a miles de turistas del mundo por su riqueza arquitectónica tan bien conservada.
Esta bellísima ciudad puede ser visitada en cualquier época del año, ya que en ella predomina un clima templado. En verano, las temperaturas medias oscilan entre los 22 y los 30ºC; durante el invierno las temperaturas disminuyen hasta los 5ºC.
El bello trazado de Colonia contrasta notablemente con los planos arquitectónicos que comparten todas las ciudades de origen español. Justamente por su particular arquitectura fue declarada Patrimonio Histórico de la Humanidad.
Ubicada a 177 kilómetros de Montevideo, Colonia limita al este con el departamento de San José, al norte con el de Soriano, al sur presenta un litoral extenso sobre el Río de la Plata y al noroeste un tramo sobre el río Uruguay.
Debido a su cercanía con Buenos Aires (Argentina), muchos visitantes arriban desde la ciudad porteña por vía fluvial para recorrer las calles angostas y pintorescas cubiertas con brillosos adoquines.
Perderse por sus calles históricas, subir las escaleras de su faro, visitar sus iglesias, sus varios museos y casas antiguas son algunas de las actividades que realizan los turistas durante su estadía en la ciudad.
Prestigiosos hostales de nivel internacional esperan al visitante tanto en el casco histórico como en la parte nueva de la ciudad para hacerlo sentir habitante ilustre de tiempos en que portugueses y españoles se disputaban la estratégica ciudad.
La plaza de toros Real de San Carlos, hoy abandonada al paso del tiempo, es otro de los atractivos de Colonia que el visitante no puede dejar de admirar, aunque ahora las corridas taurinas sean sólo parte de nuestra imaginación.