Apreciamos que sobre las paredes del mausoleo se mencionan episodios de la vida del prócer con sus respectivas fechas, pero no aparece una sola de sus frases. La explicación es que el mausoleo fue inaugurado el 19 de junio de 1977, en plena dictadura militar, y cualquier frase de Artigas que se eligiera podía interpretarse, directa o indirectamente, como un alegato por la libertad y la democracia.
Con gran sentimiento apreciamos la urna donde descansa. Artigas representa lo que San Martín es para Argentina o Bernado O´Higgins, para Chile. Artigas fue una figura gigantesca en el contexto de las revoluciones hispanoamericanas.
Fundamentalmente por la anticipación de sus ideas, tanto en materia política como social. Sin duda fue una figura excepcional reconocida por historiadores de todas las latitudes del mundo y es por ello que creemos conveniente conocer su mausoleo, como así también su historia.
Su vida
Nació en Montevideo el 19 de junio de 1764. Después estudiar en el colegio franciscano de San Bernardino, se dedicó a las tareas rurales en las estancias de su padre. Años más tarde comenzó a ganarse la vida comprando cueros en la campaña para venderlos a los exportadores de Montevideo.
En 1797 ingresó como soldado de caballería en el regimiento de Blandengues, creado para combatir el robo de ganado y el contrabando en la Banda Oriental y proteger la frontera con el Brasil. En 1806, durante las invasiones inglesas, participó en la reconquista de Buenos Aires y en la defensa de Montevideo a las órdenes de Liniers.
Fue el encargado de realizar el famoso éxodo del pueblo oriental en 1812, junto con 16.000 personas que cruzaron el río Uruguay y se instalaron en Ayui, cerca de la actual Concordia (Entre Ríos). Allí se preparó para continuar la lucha contra los realistas. Al inaugurarse la Asamblea del Año XIII, la Banda Oriental eligió sus representantes en un congreso y, por inspiración de Artigas, les dio precisas instrucciones de contenido federalista y revolucionario: inmediata declaración de independencia, constitución republicana, libertad civil y religiosa, igualdad de todos los ciudadanos, gobierno central con respeto a las autonomías provinciales y el establecimiento de la capital fuera de Buenos Aires.
Argumentando pretextos formales, la Asamblea rechazó los diplomas de los diputados orientales. Rondeau convocó otro congreso para elegir nuevos diputados y Artigas rompió entonces abiertamente con Buenos Aires. El director supremo Gervasio Posadas lo declaró “traidor” y puso precio de 6.000 pesos a su cabeza.
Para 1814, la popularidad de Artigas se había extendido a varias de las actuales provincias argentinas, afectadas, al igual que la Banda Oriental, por la política de libre comercio y puerto único promovida por Buenos Aires, que arruinaba a los artesanos y campesinos del Interior. Santa Fe, Entre Ríos, Corrientes, Misiones y Córdoba se unen a los orientales formando la Liga de los Pueblos Libres. Como protector de la Liga, Artigas luchó junto con los jefes litoraleños contra el centralismo del Directorio. La liga formó una especie de mercado común regional en el que se protegía a los productores nacionales y se fomentaba la agricultura a través del reparto de tierras, animales y semillas. No pagaban impuestos las máquinas, los libros y las medicinas, y derivaba el comercio del Litoral al puerto de Montevideo.
En 1815 Artigas recuperó Montevideo, ocupada hasta entonces por las tropas porteñas, y convocó en Concepción del Uruguay el 29 de junio de 1815 al Congreso de los Pueblos Libres. Allí estaban los diputados por la Banda Oriental, Corrientes, Santa Fe, Córdoba, Entre Ríos y Misiones. Sus primeros actos fueron jurar la independencia de España, izar la bandera tricolor (igual a la de Belgrano, pero atravesada por una franja roja, símbolo del federalismo) y resolvieron no concurrir al Congreso de Tucumán convocado por el Directorio, en protesta por la actitud del gobierno porteño de fomentar la invasión portuguesa de la Banda Oriental para terminar con Artigas.
Mientras se reunía el Congreso de Tucumán, Artigas y su gente defendieron el territorio contra una nueva invasión de los portugueses, que tomaron Montevideo en 1817.
Artigas debió marchar hacia el exilio en el Paraguay. Allí vivió y tras 30 años falleció a la edad de los 86 años el 23 de septiembre de 1850. Sus restos fueron repatriados al Uruguay en 1855.
Fuente consultada: historiador Felipe Pigna
Ubicación
Características
Duración1 hora
DificultadBaja
Tipo de tourHistórico
Extras
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Cómo llegarEl mausoleo se encuentra en medio de la plaza Independencia, debajo del monumento al general Artigas.
HorarioLunes de 12 a 18 horas. Martes a domingos, de 10 a 18 horas.