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El Milongón

En el corazón del Montevideo Antiguo se puede disfrutar de una cena-show con un importante despliegue musical y coreográfico de candombe, tango, milonga y folclore.

En este lugar se vive a diario una muestra de la tradición uruguaya con un importante despliegue musical y coreográfico de candombe, tango, milonga y folclore. La promesa del lugar es lograr que sus visitantes disfruten de un show excepcional en un ámbito en que los más ínfimos detalles han sido cuidados con el mayor rigor.

Bajo esta invaluable premisa accedimos al local de El Milongón. Luces tenues y velas encendidas en cada mesa crean un ambiente intimista. Una alfombra roja se despliega por todo el sector, mientras que en el medio se encuentra la pista de baile. Una gran expectativa parece respirarse en el ambiente. El visitante puede optar por degustar un menú con una variada cartas de vinos, nacionales o importados, o bien acceder al espectáculo con una copa de bienvenida.

Pronto la voz del presentador invitó a cada comensal a tomar sus respectivos asientos y en escasos minutos comenzó el espectáculo de la mano del candombe, que es la más significativa y vigente manifestación de la cultura afro-montevideana. Al ritmo de los tambores fueron apareciendo los distintos personajes: la Mama Vieja, el Gramillero, el Escobero y un numeroso cuerpo de baile de ambos sexos comenzaron a hacer vibrar al público presente. Fue una presentación breve, pero prometieron regresar para hacer el cierre del show.

A lo largo de la noche innumerables sorpresas aguardan a quienes se acercan a este destacado emprendimiento pensado para el turismo. Cabe destacar que este impactante espectáculo reúne a más de 35 artistas en escena, entre cantantes, músicos, bailarines y personajes típicos.

Luego le llegó el momento al tango y a la milonga. Una auténtica orquesta en vivo se hizo sentir y al ritmo y respiro del bandoneón los bailarines del sentimiento rioplatense coparon la pista para demostrar sus habilidades. Distintas figuras, cortes y quebradas se adueñan de la escena y todo culmina con un gran aplauso y mucha emoción. Posteriormente, un cantante realiza un despliegue entonando los tangos y milongas más conocidos. Gardel y otros grandes autores parecen cobrar vida entre las paredes de El Milongón. Observamos sonrisas de felicidad en los rostros de cada visitante. La pasión por el tango moviliza el espíritu de los presentes y todo es una mezcla de melancolía y alegría.

Para la hora del postre le llegó el turno al folclore charrúa. Dos varones y dos mujeres comenzaron a demostrar sus habilidades camperas. Zapateo, malambo con boleadoras y danzas con dagas de fuego fueron parte de este importante momento de la noche. Una gran sincronía entre movimientos y pausas nos dejaron boquiabiertos. Los gauchos del Río de la Plata disfrutan de su momento en el espectáculo y con gran entusiasmo lo saben trasmitir a los presentes.

Para finalizar, regresó el candombe. Ahora sí con bailarinas mulatas y la notoria presencia del estandarte, la pareja de embajadores y la reina, por supuesto. Todo se convirtió en un íntimo carnaval. La gente allí presente fue invitada a participar y todos culminaron bailando y gozando por estar en Uruguay. Realmente, el show es inolvidable.

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