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La casa del Coronel
Pablo Etchevers Pablo EtcheversEn la esquina de las calles Ignacio Barrios y 19 de Abril se erige una casa cuyo valor histórico es notable. Hoy, allí funciona la Casa de la Cultura. Vale la pena atravesar sus puertas.

Don Ignacio Gregorio Barrios nació en Polancos, partido de Las Víboras, el 31 de julio de 1785.
En el año 1802 ingresó en el Colegio Real de San Carlos en Buenos Aires (Argentina) y al producirse la Invasión Inglesa a la capital del Virreynato del Río de la Plata salió en 1807 con sus compañeros a defender la vecina ciudad de Buenos Aires.
En 1811, las movidas políticas que acontecen en Uruguay lo llevan a reencontrarse con los suyos para luchar por la defensa de su patria, por lo cual mereció varias medallas de honor por su temple y valor. Años más tarde, ya alejado de la milicia, fue diputado por el partido de Las Víboras en la Asamblea de la Florida; fue uno de los signatarios de la independencia uruguaya.
Contrajo matrimonio con doña María Concepción Alvarez Martínez, vecina de Las Víboras, el 13 agosto de 1830, de lo cual nacieron sus 10 hijos. En 1860 adquirió la propiedad y habitó en ella hasta que murió el 19 de julio de 1867, a los 82 años de edad.

Hoy, Casa de la Cultura
En el año 1975, el estado uruguayo declara Monumento Histórico Nacional la casa del Coronel, con lo cual se logró que la vida e historia de este gran hombre permaneciera en el tiempo para ser admirada por las generaciones venideras.
Hoy la casa se encuentra bajo la administración de la municipalidad del departamento de Colonia y es actualmente sede del Comité Patriótico Femenino, de la Secretaría de la Dirección de Cultura, de la Biblioteca Pública Municipal y del Centro de Informes Turísticos de la ciudad.
En su frente, dos placas dan cuenta del glorioso pasado. Una es un vivo homenaje a la labor de Ignacio Barrios como presidente de la Cofradía del Carmen. La otra placa dice textualmente: “Aquí vivió y murió el Coronel de la Independencia, don Ignacio Barrios; fue soldado de Artigas, Belgrano y San Martín. Sirvió a la patria en San José, Sitio de Montevideo, Sarandí y Toma de las Misiones. Firmó las actas de la declaración de la Florida y fue diputado al Congreso Nacional”.

Entrar en ella es viajar por el tiempo en forma inmediata. Su viejo portón principal nos traslada a un enorme patio centenario que en sus épocas gloriosas ofició de sede de las tertulias más importantes de Carmelo.
Hoy, mantiene su viejo estilo colonial y gran parte del mobiliario original de aquella época, a lo que se suman pisos, techos, aberturas, el patio y, por supuesto, su viejo aljibe en el centro.
Rodeada del perfume de lirios y jazmines, la casa se encuentra tal como la dejara el Coronel. Hay que darse el lujo de perderse dentro de sus habitaciones para lograr imaginar cómo era Carmelo hace tanto.


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