A sólo 6 kilómetros de la ciudad de Chuy y tomando una vieja ruta que nos conduce hacia el litoral uruguayo (ruta 19), se encuentra el famoso Fortín de San Miguel, que reposa sobre una sierra homónima.
La historia narra que dicho fortín fue una suerte de “trofeo” en la disputa entre portugueses y españoles. En sus inicios, aproximadamente en el año 1734, fue construido por los españoles, pero tiempo después los portugueses tomaron posesión de él y terminaron la obra que hoy vemos.
En 1763, los españoles recuperan el fuerte pero este ya había perdido su valor estratégico para la lucha, lo que hizo que lentamente se fuera deteriorando. El olvido que sufrió lo mantuvo cerrado durante interminables años. Recién en el año 1923 comenzó el reciclado del sitio para recuperar su valor histórico, logro que significaría que años después el edificio fuera declarado Monumento Histórico Nacional.
Hoy, el Fortín San Miguel se ha convertido en una hostería de nivel internacional, que guarda en su interior vestigios de la historia uruguaya así como de toda esta región marcada por portugueses y españoles. Todo con tan sólo cruzar sus puertas.
