Por suerte, los tiempos han cambiado. Hoy el mercado se ha renovado por completo. Totalmente distinto, goza de muy buena salud y esto lo demuestra la cantidad de visitantes que quieren conocerlo porque han oído de su fama, de su belleza y, por supuesto, de sus carnes.
Se encuentra dentro del mismo contexto de antaño, donde ahora artesanos, cafés, restaurantes y otros boliches le dan un marco de bienvenida imborrable a su vieja entrada que continúa mirando la zona portuaria.
Miles de turistas lo recorren diariamente buscando desde antigüedades y recuerdos hasta ropas costumbristas y artículos de cuero, aunque las parrillas son la gran atracción que tiene el lugar.
Es tradición desde hace décadas que quien se encuentra el sábado al mediodía por Montevideo almuerce en el Mercado del Puerto. De acuerdo al apuro del visitante, lo puede hacer de parado (sobre la barra) o sentado en una cómoda silla para pasar el tiempo.
Autentica parrilla uruguaya
El humo, que todos los mediodías del año se apodera literalmente del mercado y de varias cuadras a la redonda, nos habla a las claras de lo que allí dentro sucede. Y no existe olfato que resista semejante tentación. “Taxi, lléveme al puerto”, es la frase más escuchada por cualquier taxista uruguayo cuando el reloj ha dejado hace rato de marcar el mediodía.
Allí dentro descansan esperando a su público las mejores muestras de la gastronomía uruguaya, desde el chivito al plato o a la canadiense hasta los mejores y más sobrios cortes de carnes; achuras, asado, pollos, matambres, chotos (chinchulines trenzados), pamplonas rellenas y otras delicias que en esta parte del mundo son moneda corriente.
Los turistas extranjeros quedan sorprendidos por la belleza con que se muestran los platos. Las parrillas aparecen a la vista de todos como verdaderas vidrieras que en lugar de ropa, jeans o carteras exhiben sus carnes y demás exquisiteces a precios populares.
La adrenalina que se aprecia dentro, donde mozos y parrilleros se desviven por atender a todo el mundo a tiempo y forma, es algo que sucede en pocos lugares del mundo y que aquí ha pasado a naturalizarse cada vez que el reloj marca las 12 y el apetito comienza a aparecer. Afuera siempre algún grupo de jóvenes muestra el baile y el sonido del candombe afro-uruguayo, tradición que se encarga de transformar cualquier almuerzo o cena en una velada inolvidable.
Ubicación
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Para tener en cuentaTanto los restaurantes como los puestos del interior del mercado donde se come de parado brindan al visitante una gastronomía de excelente nivel a precios más que accesibles. De todas formas, se recomienda pagar en pesos uruguayos para evitar cualquier inconveniente al momento de cambiar dinero, algo que siempre debe hacerse en bancos u organismos autorizados, nunca en la calle.